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Para aprovechar los residuos industriales de frutas como la naranja, piña, guayaba y manzana, la doctora María Elena Ramos Cassellis, investigadora de la Facultad de Ingeniería Química de la BUAP, aprovecha el resto de dichas frutas, en especial la cáscara, para elaborar fibras y con ellas barras energéticas, bebidas lácteas y galletas. Dichos productos tienen altos contenidos en antioxidantes y ayudan a mantener un estándar de glucosa en sangre.
Para abastecer de agua a la comunidad de San José de Xacxamayo, al suroeste de la presa Manuel Ávila Camacho (Valsequillo), en el municipio de Puebla, Ernesto Mangas Ramírez, coordinador del Laboratorio de Ecología y Restauración de Sistemas Acuáticos, de la Escuela de Biología de la BUAP, propuso un proyecto de captación, tratamiento y aprovechamiento de agua de lluvia en esta localidad.
Para generar un proceso absolutamente ecológico en la producción de biodiesel, la doctora Griselda Corro Hernández, investigadora del Instituto de Ciencias de la BUAP (ICUAP), emplea la radiación solar como fuente de energía para producir las altas temperaturas requeridas, lo que permite innovar y optimizar procesos en la producción de este biocombustible, siendo así un sistema único en el mundo.
En el Laboratorio de Neurofarmacología, de la Facultad de Ciencias Químicas de la BUAP, investigadores estudian fármacos canabinoides sintéticos como posible terapéutica en la enfermedad de Parkinson.
Para ello, estudian los efectos que producen los canabinoides en los ganglios basales, que pueden mejorar conductas motoras, los cuales son un grupo de núcleos subcorticales localizados en la base del cerebro y cuya función es regular la coordinación e integración de la actividad motora.
Investigadores de la Facultad de Ciencias de la Electrónica (FCE) de la BUAP diseñaron un dispositivo biomédico de bajo costo, capaz de realizar un monitoreo del ritmo cardiaco a distancia, de gran utilidad en pacientes diabéticos, en condición de post-infarto del miocardio o con poca movilidad.