En 2018 continuarán con la producción del conocimiento ubicado en los límites del desarrollo científico y tecnológico
Martes, Enero 9, 2018. La histórica detección de la primera señal de una onda gravitacional, en septiembre de 2015, le valió el Nobel de Física 2017 a tres de los colaboradores de este proyecto, una empresa iniciada hace medio siglo que demostró las predicciones hechas por Albert Einstein hace cien años y abrió un gran abanico de nuevas investigaciones de frontera, algunas protagonizadas por científicos de la BUAP.
Y es que los investigadores de la BUAP, además de continuar sus experimentos para la resolución de problemas locales, este 2018 participarán en indagaciones para obtener conocimiento ubicado en los límites del desarrollo científico y tecnológico, como este, que pretenden desentrañar la estructura fundamental de la materia y explicar sus fuerzas. Es decir, conocer más sobre el Universo y su origen.
Considerado por la Real Academia de Ciencias Sueca como un “descubrimiento que sacudió el mundo”, el hallazgo de las ondas gravitacionales ha generado grandes reacciones en la comunidad científica, pues incluso Einstein estaba convencido de que nadie podría detectarlas. Además, es punto de partida para nuevas investigaciones que estarán de “moda” por un buen tiempo, en las que científicos de la BUAP participarán, como lo han hecho hasta ahora.
Muchos investigadores universitarios han trabajado en temas asociados y mantendrán sus proyectos en la misma línea, indicó María Eugenia Mendoza Álvarez, directora del Instituto de Física “Ing. Luis Rivera Terrazas” (IFUAP), quien destacó que ahí se trabaja la Física Teórica y Experimental, así como la Ciencia de Materiales, para la solución de diversos problemas.
En el IFUAP, informó, hay grupos dedicados a resolver problemas que quizá no sean tan mediáticos, pero que siguen vigentes por sus repercusiones. Algunos llevan siglos sin respuestas y aún hay esfuerzos por encontrar explicaciones.
Agregó que en esta unidad académica se hace investigación en Física Aplicada; Materiales Avanzados, Complejos, Complejos e Inteligentes y Fotoactivos; en Física Computacional de la Materia Condensada; en Estructuras de Baja Dimensionalidad; en Nanomateriales Funcionales y Dispositivos Optoelectrónicos; en Teoría de Campos, Gravitación y Cosmología –que incluye el estudio de ondas gravitacionales; y, finalmente, en Nueva Física en Aceleradores y el Cosmos.
Por otro lado, los científicos de la BUAP que colaboran en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), en Suiza, particularmente en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), mantendrán sus trabajos en los experimentos CMS y ALICE.
Al finalizar el 2018, el LHC detendrá su actividad al finalizar para ser sujeto a modificaciones sustanciales, al igual que los detectores de partículas de los experimentos que ahí se desarrollan. Aún restan muchas empresas científicas en este importante centro de investigación.
En 2018 se esperan descubrimientos de alto impacto en la Física elemental
Este 2018 es un año propicio para el desarrollo científico y tecnológico, en todas sus áreas. Para Arturo Fernández Téllez, académico de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM) de la BUAP y líder de uno de los grupos de investigación que colaboran en el CERN, sostiene que “con ayuda de los modernos medios de comunicación, los científicos y tecnólogos pueden avanzar vertiginosamente en sus investigaciones”.
En el área de la Física de Partículas Elementales, también llamada Física de Altas Energías, se vive una etapa muy ventajosa, sostuvo, pues hay acceso a datos de colisiones de partículas a las más altas energías. Los experimentos en el área que se llevan a cabo en laboratorios como el CERN, Brookhaven National Lab, DESY, GSI, KEK, entro otros, buscan desentrañar la estructura fundamental de la materia.
Fernández Téllez considera que en 2018 habrá lugar para uno o dos descubrimientos de alto impacto en la Física de las Partículas Elementales y sus fuerzas fundamentales. Además, con la detección de las ondas gravitacionales y la posibilidad de detectar sus efectos con diversos artefactos, “podremos conocer más sobre la estructura del Universo”.
Los investigadores que colaboran en los experimentos CMS y ALICE del CERN participarán durante todo este año en la toma de datos del LHC. Además, los científicos involucrados en el primer experimento continuarán con la búsqueda de señales de nueva física en el sector del Higgs y la gran responsabilidad de asegurar el buen funcionamiento del sistema de detectores RPC (Resistive Plane Chambers).
Por su lado, el grupo ALICE-BUAP mantendrá la colaboración con la atención del funcionamiento de los detectores AD (ALICE Difractive detector) y ACORDE (ALICE Cosmic Ray detector) y participarán en análisis de eventos de colisión protón-protón, protón-núcleos de átomos de plomo, así como colisiones iones de plomo-iones de plomo. Esto con el fin de estudiar las propiedades del estado de la materia denominado Plasma de quarks y gluones, que se forma en las colisiones antes mencionadas.
Además, seguirán sus estudios sobre eventos de rayos cósmicos detectados por ALICE y esperan tener avances significativos en la física difractiva, uno de los temas que incorporó el grupo mexicano en el programa de física de este experimento.
La directora de la FCFM-BUAP, Martha Alicia Palomino Ovando, destacó que los universitarios seguirán aportando a este tipo de proyectos internacionales, que son subsidiados por gobiernos de distintos países, dada la relevancia de sus resultados de investigación. Lamentó la reducción de la inversión que el gobierno destinó este año para la ciencia, sobre todo a nivel básico, pues esto obstaculizará el buen desempeño de la comunidad científica.
Pese a ello, los investigadores de la FCFM seguirán sus colaboraciones con el CERN y el Hospital Universitario de Suiza, con las normales del país para mejorar la enseñanza de la Física y las Matemáticas. Palomino Ovando adelantó nuevos convenios con instituciones de Sudamérica.
“En la FCFM hay mucho tipos de proyectos. Por enlistar algunos, se hará investigación en fibras ópticas, en el área de materiales con aplicación médica y en biomateriales. En cuanto a Matemáticas, se hará modelación para impactar en cuestiones clínicas, de educación y ecológicas, sobre todo en atención al cambio climático. Habrá proyectos en probabilidad y estadística, Big Data y otros relacionados con el supercómputo. Nos espera mucho crecimiento, siempre y cuando exista el suficiente apoyo”, recalcó.