Iván Carrillo y Nuño Domínguez participan en el V Seminario Iberoamericano de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación, con sede en la BUAP
Martes, Diciembre 5, 2017. “La realidad demanda explicaciones desde la ciencia. La mejor manera para contarlas es con historias”, expresó el director del programa Los Observadores, de TV Azteca México, Iván Carrillo. El reto del periodismo de ciencia es, entonces, atraer al lector, pues “nuestros titulares compiten con los de presidentes, guerras y deportes…”, refirió después el colaborador de la sección Materia del diario El País, Nuño Domínguez, ambos durante el primer día del V Seminario Iberoamericano de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación, con sede en la BUAP.
En su conferencia La importancia de contar historias en el periodismo de ciencia, Iván Carrillo, ganador en la categoría Revistas impresas del Premio Conacyt de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación 2017, se preguntó el por qué hay que contar historias periodísticas de ciencia en la guerra por la atención de las audiencias, “cuando Facebook tiene más usuarios que los católicos que reporta el Vaticano, cuando Netflix declara que su mayor competencia es el sueño. ¿Tiene sentido contarlas?”.
Para responder, el colaborador para National Geographic y Newsweek, en sus ediciones latinoamericanas, refirió al pasado más remoto: la era de las cavernas, cuando la comida y el intercambio de palabras (el lenguaje) iniciaron su sofisticación alrededor de las hogueras. “Desde entonces los relatos han fungido como configuradores de la civilización. Contamos historias todos los días. Suplicamos historias desde que nos despertamos. Y es que nos provisionan para la vida, como mecanismo de supervivencia nos anticipan y crean modelos”, comentó.
Así como los cachorros de leones ensayan la caza con su madre, las narraciones proporcionan consejos que enseñan a sobrevivir y, luego, a entender la realidad. “Las historias nos permiten vivir esa ficción creada por la mente e iluminan nuestra realidad”.
En una dimensión periodística se deben contar historias porque la información es un derecho de la sociedad y en esa idea el periodismo es una herramienta social que posibilita la interacción con insumos a la sociedad y el debate entre lo trascendente y lo irrelevante, lo exagerado y lo nimio.
¿Y por qué contar historias periodísticas de ciencia? Preguntó finalmente Iván Carrillo. “Porque es una manera de interpretar la realidad sin recurrir al principio de autoridad, doctrinas, creencias o dogmas. Porque ayuda a explicar lo que sucede sin el “dependiendo de quien lo diga”, que es muy común en México. Da cuenta de avances, desarrollos y descubrimientos. En general, refleja el estado de cambio e innovación en el que nos encontramos. En ese sentido tenemos mucho terreno”, respondió.
Para ello, sugirió su colega del diario español El País, Nuño Domínguez, los periodistas de ciencia deben ser vigilantes de la sociedad, porque el periodismo científico está involucrado en la realidad. En su conferencia Cómo identificar buenas historias de ciencia, destacó que para cada noticia siempre hay un ángulo científico, sólo depende de la capacidad del periodista de colarse en lo que sucede.
El destacado reportero refirió a aspectos importantes para llevar la información del paper al titular, como la claridad: “Aunque para Kenneth Chang la claridad es inversamente proporcional a la precisión, el comunicador debe ser claro al contar historias”, sostuvo Domínguez, quien coincidió con el ponente mexicano al señalar que la mejor manera de informar ciencia es mediante el relato con personas.
En Materia, sección científica de El País, identificaron que a las personas sí les interesa la ciencia: “No hay duda; 90 mil leyeron sobre exoplanetas, mientras que 12 mil sobre la independencia de Cataluña”. Además, esta es la sección del diario con más suscritos en Facebook.
Comentó que entre las noticias más recurridas, los temas sobre lo más lejano y lo más cercano ocuparon los primeros sitios: exoplanetas, posibilidad de vida en otras galaxias, agujeros negros, explosiones estelares, ondas gravitacionales y, después, hábitos de alimentación, salud y padecimientos como el cáncer.
Para finalizar, Nuño Domínguez destacó que un rol importante del periodista científico es la vigilancia: hacer frente a homeópatas y promotores de la incultura científica. En ese sentido, sugirió “buscar la mejor manera de explicar a las personas la importancia del conocimiento científico, ya que convencer es muy difícil, pues nos enfrentamos a creencias. Creencias letales como desconfiar en las vacunas o abandonar tratamientos contra el cáncer por confiar en que una buena dieta es suficiente para abatirlo”. En España hay casos mortales por esta fe.