Se trata de Hoplia zaragozai, del orden de los coleópteros, que habita en Chiapas
BUAP. 12 de junio de 2017.- El objetivo principal era conocer cómo se relacionan las especies de escarabajos entre sí y con su medio, pero el resultado fue más allá de su aspecto evolutivo: se encontró una nueva especie de un género de coleópteros denominado Hoplia. Se trata de Hoplia zaragozai, registrada en 2010 por Hortensia Carrillo Ruiz, investigadora de la Facultad de Ciencias Biológicas de la BUAP.
El nombre de esta especie, que se distribuye en Chiapas, es en honor al doctor Santiago Zaragoza Caballero, del Instituto de Biología de la UNAM, quien es pionero y formador de entomólogos.
Este género de escarabajos (Hoplia) es poco estudiado en el mundo, quizá por su tamaño de 5 a 9 milímetros. Al menos para México y Centroamérica no existe una identificación clara de las especies del género, mucho menos hay información en cuanto a su número total.
En el caso de México se tiene un listado de 15 especies de Hoplia, cuyas descripciones constan de escasos dos renglones en latín realizadas por el naturalista y explorador inglés Henry Walter Bates, en 1888, las cuales forman parte de su libro Biologia Centrali-Americana Insecta. Coleoptera. V. I, parte 1.
Con la finalidad de conocer la diversidad de estos insectos en la República Mexicana y proporcionar sus claves de identificación, Hortensia Carrillo, doctora en Ciencias de la Sistemática, por el Instituto de Ecología A. C., de Xalapa, Veracruz, realizó una revisión de los ejemplares registrados hace más de un siglo por Henry Bates, que se encuentran en la colección del Museo Nacional de Londres.
Para determinar cuántas especies válidas de un determinado género existen, se emplea la metodología cladista. En este trabajo, el doctor Miguel Ángel Morón Ríos, curador de la colección del Instituto de Ecología de Xalapa, generó los vínculos de préstamo de tipo internacional de dichos ejemplares, a través de la Universidad de Nebraska-Lincoln, en Estados Unidos.
Además, la doctora Carrillo Ruiz colaboró con el investigador veracruzano en 2013 en la publicación de un libro sobre los escarabajos del estado de Puebla, estudio en el que se detectó que la zona menos estudiada ha sido la Mixteca Poblana.
En la revisión de los tipos -ejemplar elegido con las mejores características y con un buen estado de conservación-, Hortensia Carrillo Ruiz, también responsable del Cuerpo Académico Biología Comparada y Relaciones Ecológicas, encontró que las especies recolectadas, en este caso la de Chiapas, no correspondía a las cortas descripciones de Henry Bates. Posteriormente, realizó un análisis para comparar sus caracteres con ayuda de paquetes computacionales, los cuales permiten obtener hipótesis evolutivas.
De esta manera, identificó una nueva especie del género Hoplia, a la cual nombró Hoplia zaragozai. Asimismo, dijo, como producto de la continuación de este proyecto de investigación con las especies de Hoplia en 2016, se tienen tres especies potenciales más para ser registradas como nuevas.
La científica de la BUAP señaló que la importancia de describir una nueva especie radica en conocer la diversidad biológica de un país y con ello generar propuestas y políticas de conservación y uso correcto de la misma.
Un grupo poco atractivo
A pesar de ser los seres vivos más abundantes del planeta, los insectos son el grupo menos estudiado. ¿Cuál es la importancia de estos diminutos organismos? En los ecosistemas son los primeros eslabones en la cadena alimenticia, siendo alimento de aves y mamíferos. Además, dependiendo del entorno en el que se encuentren son polinizadores, degradadores de materia muerta, mejoradores del suelo y agentes de cambio en la composición de la vegetación.
Por ello, las clasificaciones biológicas son útiles para agrupar y hacer mayores inferencias de los grupos de estudio. Además, cualquier inferencia de las especies en el sentido agronómico, bio-geográfico y evolutivo requiere de una identificación.
Una problemática que aqueja al mundo es la pérdida de la biodiversidad, cada minuto están desapareciendo especies. Por lo tanto, “si no se sabe lo que existe difícilmente se podrá resolver”. De ahí la importancia de este tipo de estudios.