Entrega Esparza Ortiz remodelación del Edificio Arronte: recinto emblemático del Virreinato en Puebla

Rector

Albergará las bibliotecas de las facultades de Filosofía y Letras y Psicología, dos importantes fondos, salas de seminarios y de lectura

BUAP. 26 de abril de 2017. El Edificio Arronte, ubicado en la avenida Don Juan de Palafox y Mendoza número 219, a sólo una cuadra de la capital poblana, desde su construcción -en el siglo XVI- a la fecha ha tenido múltiples usos. Uno de éstos se relaciona con su actual nombre: el empresario Manuel Arronte arrendó este inmueble de tres niveles para ofrecerlo en 1915 como hotel, etiquetándolo con su apellido. Ahora, tras un detallado proceso de restauración cuya inversión asciende a 58 millones de pesos, el Rector Alfonso Esparza Ortiz lo reabrió para ofrecer más espacios a la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la BUAP y cobijar bibliotecas e importantes fondos.

Tras develar la placa de este edificio, cuyo origen se remonta a más de tres siglos de historia, el Rector Alfonso Esparza sostuvo que con ello su administración cumple con el compromiso adquirido con la FFyL, de poner en marcha esta importante edificación, una de las más emblemáticas del periodo virreinal de Puebla. Gracias a sus nuevos espacios y equipamiento –que representó una inversión de casi 5 millones de pesos-, también se beneficiarán los estudiantes de la Facultad de Psicología, del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades "Alfonso Vélez Pliego" e incluso de las preparatorias.

El Edificio Arronte cuenta ahora con las bibliotecas de la FFyL y de la Facultad de Psicología, los fondos Gastón García Cantú y Salvador García Cruz, además de 32 cubículos dobles para profesores, tres salas de seminarios y espacios de lectura. Está equipado con tecnología de primer mundo, servicios de telefonía e internet, así como de equipos de seguridad como alarmas y contra incendios.

Durante la inauguración, Esparza Ortiz destacó las mejoras estructurales realizadas y el cuidado que se tuvo en la restauración y conservación de los elementos arquitectónicos originales, entre ellos las gárgolas con forma de cañón -motivo que le dio el segundo nombre: “Casa de los Cañones”- que instaló don Rafael Mangino tras ser adquirida por su esposa María Josefa Mendívil y Palacio, en 1785, y que son únicas en su tipo de ese periodo.

“Detalles que no podrían ser valorados sin el trabajo emprendido hace cuatro años, en el que se buscó conservar el valor histórico y rescatar lo característico, como el elevador, que ahora funciona tras décadas de no dar servicio”, comentó el Rector, al referirse al primer ascensor de Puebla que ahora servirá a los universitarios.

“No quisimos que se perdieran los elementos originales del mecanismo del elevador, por eso solicitamos al diseñador plástico José Villalobos que hiciera una obra con las piezas. Un elemento moderno que convivirá con la tradición”, dijo.

Ahora, en el patio central de esta sede remodelada se aprecia dicha obra: Diacronía, la cual contiene los engranes, motor y cables del mecanismo autóctono. “Esta obra escultórica es producto de la reflexión en torno al tiempo. Se realizó con vestigios de la remodelación del Edificio Arronte”, dicta su placa.

Acompañado de Jorge Rodríguez y Morgado, director de Infraestructura Educativa, y Silvia Jaime Hernández, directora General de Bibliotecas, el director de la FFyL, Ángel Xolocotzi Yáñez, sostuvo que después de cinco años de trabajos de remodelación, el edificio traduce el cuidado que presta la gestión del Rector Alfonso Esparza Ortiz, no sólo de cumplir con las necesidades cuantitativas de las unidades educativas, sino de cuidar las características disciplinares de las humanidades y las ciencias sociales, y de un alto respeto por la historia y la tradición.

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