Durante la firma del documento, el Rector Alfonso Esparza afirmó: “La Institución ha sido y siempre será un indicador importante en responsabilidad social”
BUAP. 29 de enero de 2017. La BUAP no sólo es una institución comprometida con la generación del conocimiento, sino también con la transferencia del mismo, razón de ser de la responsabilidad social, uno de los principales ejes de trabajo de la Universidad, aseguró el Rector Alfonso Esparza Ortiz, al firmar el Manifiesto de Cartagena del Observatorio de Responsabilidad Social para América Latina y el Caribe (ORSALC), de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés).
Con la firma de este manifiesto, al que se han sumado más de 25 instituciones, la Máxima Casa de Estudios en Puebla se compromete a alcanzar una educación superior de calidad, acorde a los avances científicos y tecnológicos, pero sobre todo a impulsar a la Institución como un referente de responsabilidad social, para una vinculación efectiva con todos los sectores de la población.
Este documento “permitirá que la Institución se comprometa con la reivindicación de valores democráticos, la independencia, soberanía, dignidad y formación de valores, aspectos esenciales de la responsabilidad social, misma que los estudiantes magnificarán a toda Latinoamérica y el Caribe. Todo ello es parte de la formación que brindan las instituciones de educación superior y de la construcción de una sociedad participativa y cohesionada”, subrayó el Rector de la BUAP.
En el Paraninfo del Edificio Carolino, ceremonia a la que asistieron funcionarios universitarios y directores de unidades académicas de la BUAP, Esparza Ortiz afirmó: “La Institución ha sido, es y será siempre un indicador importante en temas de responsabilidad social”.
Ejemplo de ello es la construcción de campus temáticos para acercar el conocimiento al interior del estado de Puebla, como el Complejo Universitario de la Salud en Teziutlán, donde los programas de estudio incluyen los idiomas de la localidad: náhuatl y totonaco. La realización anual de campañas de alfabetización en las comunidades más vulnerables. Así también, cambios curriculares, como en programas académicos de nuevo ingreso en los que se incorporan materias sobre equidad de género.
En su intervención, Humberto Grimaldo Durán, coordinador del ORSALC, expuso que a través del Manifiesto de Cartagena las instituciones firmantes se comprometen “a acercar la educación a los grupos más vulnerables, formar ciudadanos críticos y propiciar un gobierno auténtico para construir relaciones territoriales rehumanizadoras con todos los actores”.
Además, la educación superior en la región deberá ser diseñada y ejecutada desde una visión de convivencia, en la que predomine la interculturalidad, respeto a la diversidad, equidad de género, cuidado del ambiente y la transparencia, para construir porvenir y paz.
Este Manifiesto de Cartagena concentra las reflexiones, deliberaciones y acuerdos alcanzados en el IV Foro de Responsabilidad Social Territorial “Tendencias de la Responsabilidad Social para América Latina y el Caribe”, realizado en agosto del año pasado, en Cartagena de Indias, Colombia, en el que 459 instituciones de 17 países participaron con 103 ponencias, que aglutinan a 638 investigadores sobre temas capitales del ORSALC, entre ellos, patrimonio, educación, equidad, gobernanza y medioambiente.
En los últimos meses líderes institucionales, rectores y funcionarios públicos de América Latina y el Caribe han firmado este documento para asegurar el mayor consenso a los postulados que serán presentados a la máxima autoridad de la UNESCO en París, para su aprobación.