El Rector Alfonso Esparza Ortiz entregó reconocimientos y bonos de retención a 571 investigadores miembros del SNI
BUAP. 13 de diciembre de 2016. El trabajo de los 571 académicos de la BUAP que forman parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) impacta de manera transversal en cada una de las funciones de la Institución y confirma que la investigación es una de sus principales fortalezas, pues siete de cada 10 miembros de ese sistema en el estado son de la Máxima Casa de Estudios en Puebla, afirmó el Rector Alfonso Esparza Ortiz.
Durante la entrega de reconocimientos y bonos de retención a estos investigadores, en el teatro del Complejo Cultural Universitario, el Rector de la BUAP indicó que el 90 por ciento de la investigación que se realiza en el mundo proviene de las instituciones de educación superior, pieza fundamental en la generación del conocimiento y la transferencia de tecnología.
Por su importancia, y pese a la situación financiera y el recorte presupuestal, Esparza Ortiz externó su compromiso de apoyar el trabajo de investigación en la Institución, que ha tenido resultados palpables como la creación del Laboratorio Nacional de Supercómputo del Sureste de México (LNS), el Centro Avanzado de Pruebas Analíticas no Destructivas de Materiales y el Eco Campus Universitario Valsequillo, este último un polo para impulsar la ciencia y un ejemplo de restauración ambiental. Estos espacios hacen posible la realización de proyectos, dotan de mejores condiciones para el aprovechamiento de los estudiantes y permiten la vinculación con los sectores productivos.
“Estamos convencidos que el principal recurso para generar desarrollo sostenible y crecimiento en el país es la investigación científica, porque nos permite extraer el valor del conocimiento, transferirlo y aplicarlo a favor del progreso”, aseveró el Rector de la BUAP.
Ygnacio Martínez Laguna, vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado, reconoció estos esfuerzos compartidos que aportan a una de las acciones sustantivas de la Institución: la investigación. En los últimos tres años, se observa un crecimiento notable en el número de académicos en el Sistema Nacional de Investigadores. Tan sólo en la convocatoria de 2014 se rebasó por primera vez los 500 científicos en este sistema y en 2015 el año inició con 517. En 2016 son 590 investigadores, de los cuales 571 son de nómina y el resto son de diversos programas y convocatorias como posdoctorantes, cátedras Conacyt e investigadores visitantes.
Para enero de 2017 serán 604 de nómina, más 28 profesores adscritos a la BUAP por diferentes convocatorias que sumarán 632. Estas cifras demuestran un incremento constante y ubican a la BUAP entre las cinco instituciones con el mayor número de científicos en el SNI.
Lo anterior permitirá consolidar los cuerpos académicos, crear redes nacionales e internacionales y acreditar programas de licenciatura y posgrado; es decir, hacer de la BUAP una genuina comunidad del conocimiento, aseguró Martínez Laguna.
A nombre de los beneficiados, Ángel Xolocotzi Yáñez, director de la Facultad de Filosofía y Letras, subrayó que los altos niveles de investigación reflejados en diversos indicadores, como publicaciones, participaciones en foros y comités de evaluación, así como la formación de recursos humanos, marcan la pauta para hacer de una universidad un referente en términos de calidad académica. Este es el caso de la Máxima Casa de Estudios en Puebla, una institución comprometida con el trabajo de investigación.
Más tarde, Xolocotzi Yáñez mencionó que la puesta en marcha del Sistema Nacional de Investigadores y el respectivo estímulo económico han contribuido a cubrir las condiciones mínimas requeridas para la investigación. Asimismo, bajo la dirección del Rector Alfonso Esparza Ortiz, la Institución es consciente de estos presupuestos requeridos y apoya de modo decidido la labor científica, pues no es casual que destinara más de 110 millones de pesos a esta labor, con el fin de incentivar su desarrollo en las diferentes áreas del conocimiento y acrecentar la alta calidad de los programas educativos. Por lo anterior, externó el compromiso de la comunidad científica para continuar con esta tarea.