Dafné Borromeo Badillo, egresada de la BUAP, sueña que el agua se incorpore a los escenarios citadinos y llegue al subsuelo para nutrirlo y estimular la vida
BUAP. 22 de marzo de 2017. “Por cierto, hoy es el Día Mundial del Agua”, feliz anunció por WhatsApp a sus compañeros de activismo. Dafné Lucina Borromeo Badillo, egresada de la Licenciatura en Diseño Urbano Ambiental –ahora Licenciatura en Urbanismo- por la BUAP, sueña que las calles de la ciudad no sean hostiles con el flujo de la lluvia, que no la encierren en ductos grandes, sino que la incorporen a los escenarios citadinos, convirtiéndola en un elemento más del asfalto urbano y le permitan llegar al subsuelo para nutrirlo y estimular la vida. El suelo es un organismo vivo y como tal hay que calmar su sed, dice.
Daf, como es llamada por sus colegas, participó en el diseño del Sistema de Gestión Sustentable del Agua que se instaló en el recién inaugurado Museo Regional de Cholula, que ocupa las instalaciones de lo que era un psiquiátrico privado. En este proyecto, afirma, el agua es un vínculo entre las personas, la naturaleza y la historia.
Ella colabora en una empresa que se dedica al diseño y gestión del agua en el territorio, a través de la cual participó en este innovador proyecto que manifiesta una relación milenaria entre Cholula y el agua: “el templo –ubicado debajo del recinto católico Virgen de los Remedios- está dedicado a la diosa de la lluvia Chalchiuhtlicue, la virgen tiene una advocación a la lluvia y las fiestas principales del lugar son en agradecimiento a la temporada de lluvia, para regar las cosechas del año”.
Comenta que la intención del proyecto es emular el ciclo cerrado del agua, cambiar la relación que se tiene con ella y volver a la autosuficiencia. Al considerar al museo como un gran receptor de agua que se purificará para las personas, captarán agua para todas sus necesidades, es decir, más de 13 millones 300 mil litros.
Lleva cuatro años trabajando en estos temas y sostiene que le ha sido difícil introducir estas ideas y conocimientos en la urbe, “por raro que parezca”.
“Debemos retomar la relación que tenemos con el agua, volver a disfrutarla, a convivir con ella. En la academia y en lo público nos han enseñado que es un recurso que debemos cuidar y que nos debemos cuidar de ella (en situaciones de desastres naturales), lo cual ha llevado a entubarla y dominarla. Debemos cambiar este paradigma”.
En su experiencia profesional ha aprendido que la naturaleza es la mejor metodología de diseño y sólo hay que observar y dejar que fluya. Recordar que “todos somos agua y al agua volvemos”.