Miércoles, Septiembre 12, 2018
La dependencia universitaria orienta la supervisión de expertos para proteger a la población
La expansión de asentamientos humanos irregulares, el robo de combustible y la insuficiencia de mecanismos de prevención son algunas de las causas de la reciente fuga de gas LP en la zona norte de la ciudad de Puebla, que puso en riesgo a siete colonias, de acuerdo con el Centro Universitario de Prevención de Desastres Regionales (Cupreder).
La dependencia universitaria orientó a la población a no retornar a sus hogares hasta que expertos verifiquen que no haya gas depositado en núcleos que representen alta explosividad y, por ende, un peligro para los habitantes, pues de acuerdo con el académico Alberto Campos Reales, de la Facultad de Ingeniería Química de la BUAP, “es necesario tener cuidado con este gas, porque se deposita en un tiempo determinado, dependiendo de las condiciones atmosféricas y núcleos de explosividad, debido a que el peso específico del gas LP es de 550 gramo por litro, mientras que el del aire es de 1.3 gramo por litro. Es decir, el gas LP es 423 veces más pesado que el aire”.
Al señalar el origen de esta contingencia, el Cupreder considera que no ha cesado el cambio de uso de suelo, permisos y autorizaciones que detonan el crecimiento urbano sobre ductos ya existentes y la ocupación de zonas no aptas para viviendas. Además, en los últimos siete años se ha acelerado el robo de combustible, “incluso dentro de las zonas urbanas, como fue este caso de la extracción u ordeña del ducto ubicado en camino a Tlaltepango y Villa Frontera, poniendo en riesgo a siete colonias y más de 60 mil familias evacuadas”.
Ante ello, señalan la necesidad de “una intervención pronta de las autoridades ante la inminente construcción del riesgo y lo que conlleva el robo de combustible, así como la revisión de los instrumentos de planeación y prevención existentes en el municipio de Puebla y su zona metropolitana”.
En un comunicado, asentaron: “Es necesario que la zona afectada se mantenga sin habitantes hasta que los expertos hayan comprobado que el gas no se encuentre en núcleos que puedan representar una alta explosividad y, por lo tanto, peligro para los habitantes. El gas LP puede encontrarse acumulado en huecos del suelo, incluyendo algunos conductos y depósitos de fluidos”.