América Latina y el Caribe es la región que menos invierte en ese rubro, menos estudiantes envía al extranjero y menos estudiantes del exterior recibe
BUAP. 4 de abril de 2017. Más que una moda, la internacionalización es la estrategia más idónea de las instituciones de educación superior (IES) para formar egresados con las habilidades cognitivas que requiere la sociedad y las competencias globales para ser agentes de cambio, afirmó Jocelyn Gacel-Ávila, directora de la División de Estudios sobre Estado y Sociedad, del Centro Universitario en Ciencias Sociales y Humanidades, de la Universidad de Guadalajara.
Tras subrayar que a la fecha los esfuerzos en materia de internacionalización de la educación superior han sido aislados, individuales y sin dirección en América Latina y el Caribe, planteó que el camino para alcanzar esta meta es “una transformación profunda del paradigma educativo, integrando la internacionalización en todo el ámbito de la educación superior”.
Al participar en el Seminario “Tendencias en la educación superior en el contexto global y sus implicaciones para América Latina y el Caribe”, organizado por la BUAP y el Banco Mundial, la doctora en Educación Internacional por la Universidad Autónoma de Morelos, aseveró que debido a que los esfuerzos en materia de internacionalización se centran en la movilidad y se deja de lado el currículo internacional, es posible concluir que Latinoamérica y el Caribe “desaprovechan el verdadero potencial de la internacionalización, una palanca para el desarrollo”.
Jocelyn Gacel, considerada una experta mundial y autoridad para América Latina en el tema de la internacionalización de la educación superior, citó un estudio realizado por el Consejo Británico en el cual se incluyeron 26 países, cuyos resultados ubicaron a México en el lugar 26 en esta materia, y los primeros lugares fueron para economías emergentes como Malasia, Tailandia y Vietnam.
La académica, nivel II del Sistema Nacional de Investigadores, expuso que diferentes estudios indican que en los últimos años América Latina y el Caribe han incrementado significativamente su interés por las estrategias de internacionalización de la educación superior, sus gobiernos han aumentado el financiamiento y se ha integrado esta estrategia a los planes de estudio y de desarrollo.
Como resultado, precisó, hay una ampliación sensible de la movilidad estudiantil y académica, así como un incremento de la participación de académicos en redes internacionales. Sin embargo, al comparar la región con naciones desarrolladas, “se observa que han redoblado esfuerzos, pero sin una estrategia planeada, institucionalizada y profesional.
Esta región es la que envía menos estudiantes al extranjero -5 por ciento- y la que menos recibe -1.6 por ciento. No obstante esta situación, a la fecha no hay una estrategia de integración regional, debido a la falta de voluntad política de sus gobernantes, no existe una política de Estado en ese sentido y las políticas públicas, además, carecen de continuidad.
A su vez, el otro panelista, Jesús Francisco Galaz-Fontes, de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Autónoma de Baja California, planteó la reflexión en términos del rumbo que la región debe tomar con respecto a la internacionalización de la educación superior, cuyas tendencias –dijo- no siempre son universales y no deben ser automáticas.
En el caso de la educación superior en América Latina y el Caribe, apuntó, se observa un aumento y diversificación de la matrícula, internacionalización, una creciente expectativa de calidad y pertinencia, crecimiento de la administración institucional y la inversión, diversificación de programas educativos y privatización.
En su opinión, la educación superior debe verse como un bien público y un derecho que amerita un acceso equitativo, además ponderar su función emprendedora, innovadora y crítica más allá del ámbito económico. Por ello, resulta útil plantearse una serie de interrogantes: ¿qué espera el país de su sistema de educación superior?, ¿qué niveles y áreas de posgrado ofertarán las IES?, ¿qué integración docencia-investigación-vinculación se espera tener?, ¿con qué estudiantes se trabajará?, y ¿con qué recursos financieros se cuenta?