Francisco Marmolejo Cervantes planteó que en América Latina y el Caribe hay 360 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan
BUAP. 3 de abril de 2017. Debido a la compleja situación de América Latina y el Caribe, región que enfrenta una mayor desigualdad e inequidad social, la educación será un tema de reflexión en los próximos 20 años, aseguró Francisco Marmolejo Cervantes, director del Grupo de Soluciones Globales para Educación Superior del Banco Mundial, al participar en el Seminario “Tendencias en la educación superior en el contexto global y sus implicaciones para América Latina y el Caribe”, con sede en la BUAP.
En esta región existen 360 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan, mejor conocidos como ninis, quienes contribuyen a la transmisión intergeneracional de la desigualdad, delincuencia y violencia, aspectos que en suma impiden el crecimiento de los países. Por lo anterior, Marmolejo Cervantes insistió que la educación superior seguirá siendo una prioridad social y económica de gran importancia.
El también Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) planteó seis desafíos a enfrentar en este ámbito: el aumento de la matrícula, aspecto que involucra calidad y cantidad, puesto que en México tres de cada 10 jóvenes tienen acceso a estudios universitarios.
La pertinencia y flexibilidad de la estructura curricular, que actualmente se caracteriza por ser rígida, con excesiva carga académica, secuencial, con enfoque hacia contenidos y baja lateralidad. Además, consideró que para 2025 habrá una dramática forma de ofertar programas de estudios, puesto que los estudiantes no tradicionales serán un factor dominante en este ámbito.
Otro desafío será el papel de las universidades en el desarrollo regional, aspecto que deberá traducirse en más y mejor educación. La educación superior, dijo, determina un papel importante en el nivel de vida de los individuos, ya que tener estudios universitarios permite acceder a un estatus económico superior.
Un desafío más, tener herramientas que aseguren la calidad, como es el caso de las evaluaciones realizadas por organismos externos, así como impulsar la vinculación con las empresas. Un quinto reto es el dilema de la gestión superior, al centrar los esfuerzos en la transparencia y rendición de cuentas.
Por último, indicó el especialista del Banco Mundial, está la integración regional, ya que América Latina y el Caribe está conformada por 32 países, que representan el 16 por ciento de la superficie global con 581 millones de habitantes, genera un tercio del Producto Interno Bruto de Estados Unidos y alberga un 28 por ciento de la población entre cero y 14 años.
“No hay soluciones mágicas para esta región, pero los desafíos llevan a replantear la flexibilidad de los programas curriculares, a la adaptación de los mismos y a su integración regional”, puntualizó Marmolejo Cervantes.