La BUAP reconoce en sus universitarias fortalezas como madres y trabajadoras

Rector

 “Su esfuerzo por contribuir al sustento de su hogar y de la Universidad es plenamente reconocido y admirado”: Esparza Ortiz

La Institución festejó a las madres universitarias con la puesta en escena No seré feliz, pero tengo marido, monólogo interpretado por Sylvia Pasquel

BUAP. 11 de mayo de 2017.- “Las madres universitarias tienen en claro su papel de contribuir al sustento del hogar, al mismo tiempo de comprometerse con la Universidad. Esta doble labor encuentra su gratificación en el bienestar de sus familias y en la buena marcha de la Institución. Sepan que su esfuerzo es plenamente reconocido”, expresó el Rector Alfonso Esparza Ortiz a miles de académicas y trabajadoras administrativas de la BUAP que se dieron cita en el auditorio del Complejo Cultural Universitario.

Durante un homenaje que la Institución brindó a las trabajadoras con motivo del Día de la Madre, el Rector de la BUAP sostuvo que de esta forma se “reconoce, por lo menos una vez al año, el valor y la entrega de las mamás, que son el eje familiar al conjugar la fortaleza con el amor, el esfuerzo con la perseverancia y la voluntad con el carácter”.

Como cada año, las madres universitarias disfrutaron de una presentación artística, en esta ocasión a cargo de la actriz Sylvia Pasquel, quien interpretó el monólogo cómico No seré feliz, pero tengo marido, obra escrita por Viviana Gómez Thorpem y producida por Rubén Lara, la cual, bajo la dirección de Claudia Ríos, presenta las vivencias de una mujer casada y su actitud ante la cotidianidad y la prueba del tiempo, para, finalmente, revalorar el ser mujer y reivindicar su independencia y autonomía -“una vida propia”.

Tras entregar un reconocimiento a la destacada actriz, Esparza Ortiz señaló que este homenaje con motivo del Día de la Madre es parte de un reconocimiento que debe ser permanente. “Nosotros somos lo que somos debido al cuidado y atenciones de nuestras madres, porque nos educaron y calmaron nuestros miedos, porque nos aconsejaron en los momentos difíciles y cruciales. Por todo ello gracias”, afirmó.

Al constatar la alegría de las mamás ahí presentes, el Rector celebró la atmósfera de cercanía con la que se vivió este evento, durante el cual se realizó el tradicional sorteo de premios, entre los que se incluyeron dos autos.

“Las madres trabajadoras seguramente sufren por las horas que no pueden disfrutar de sus hijos. Gracias por ese sacrificio. Sepan que su esfuerzo por contribuir al sustento de su hogar y de la Universidad es plenamente reconocido y admirado”, concluyó.

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