Miércoles, Septiembre 19, 2018
El investigador de la Universidad de Kansas impartió la conferencia “Acceso abierto y las universidades en México: Lecciones por aprender y pagar”
El acceso abierto a publicaciones científicas permite compartir el conocimiento al mundo, lo cual se traduce en información disponible para otros académicos y estudiantes, quienes la toman para nutrir sus investigaciones; por ello, representa el futuro en el sistema de comunicaciones académicas, aseguró Town Peterson, investigador de la Universidad de Kansas, en Estados Unidos.
En su conferencia “Acceso abierto y las universidades en México: Lecciones por aprender y pagar”, impartida en la Facultad de Ciencias Biológicas de la BUAP, el académico adscrito al Instituto de Biodiversidad, indicó que el acceso abierto también involucra una evaluación rigurosa y permite incrementar el número de citas de los artículos científicos, en 10 por ciento. “Todo mundo lucha por estar en las mejores revistas, pero uno puede publicar artículos sin impacto en la ciencia. Que el trabajo de un investigador tenga efecto en sus colegas, esa es una mejor métrica”, expresó.
Ante un auditorio conformado en su mayoría por estudiantes, el especialista en geografía de la biodiversidad insistió que la relevancia de un sistema abierto de información académica radica en fortalecer el acervo en este rubro y, por ende, proporcionar más medios bibliográficos a los estudiantes.
¿Qué hacer ante el reto de abrir el conocimiento al mundo? Para responder a la pregunta, el doctor Town Peterson señaló la necesidad de cambiar las políticas de acceso abierto, al cual las universidades pueden sumarse a través de asociaciones de financiamiento de este tipo de plataformas, como ocurre con SciELO, un proyecto de biblioteca digital que permite la publicación electrónica de ediciones completas de revistas científicas.
Otro medida sería crear un sistema que mida las publicaciones independientes; es decir, medir el impacto de la publicación y no de la revista. “Hay que pensar en los sistemas de evaluación. Se deben desarrollar otras métricas que también reconozcan el trabajo de los investigadores”.
Asimismo, en su conferencia el investigador estadounidense mostró cuatro tipos de open access: verde, dorado, negro y platino. El primero consiste en generar políticas a nivel de institución, por ejemplo que un académico otorgue una copia de su trabajo a sus pares para utilizarlo antes de ser publicado. Se trata de dar licencia o permiso que no daña los intereses de las editoriales comerciales.
Para llegar a un acceso abierto, las revistas cerradas cobran por publicar los artículos de este tipo; este es el acceso dorado. Al final se tiene un pago doble por parte de las instituciones educativas: la suscripción y publicación de sus docentes.
El acceso negro surge como una trampa para captar atención, pero esta resulta ser un “parásito”. En cambio, el open access platino es que la lectura y publicación sean gratuitos; su costo radica en encontrar subsidios, ahí es donde las universidades pueden sumarse.