En el Laboratorio de Neuropsiquiatría del Instituto de Fisiología se estudia la conducta y morfología de la esquizofrenia, autismo y el proceso de envejecimiento
BUAP. 12 de mayo de 2016.- Para entender algunas patologías mentales en los seres humanos, el doctor Gonzalo Flores Álvarez, investigador del Instituto de Fisiología de la BUAP, estudia la conducta y morfología de la esquizofrenia, autismo y el proceso de envejecimiento en modelos animales, con la finalidad de conocer los cambios de conducta y de las estructuras del cerebro, que permitan comprender estas enfermedades y experimentar herramientas terapéuticas en el tratamiento, antes de ser probadas en personas.
En esta investigación -en la que se realizan estudios morfológicos, más baratos que las metodologías genómica y electrofisiología, cuya información se conjunta con la de las demás técnicas, para comprender las patologías en cuestión- participan académicos del Instituto de Fisiología de la BUAP, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN, Tlaxcala, de la Facultad de Medicina de la UNAM, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y especialistas de Estados Unidos, España y Canadá.
Para el estudio de las enfermedades mencionadas se utilizan ratas desde el séptimo día posnatal hasta los dos años. Durante este periodo se analizan diferentes cambios de conducta, pasando por la pubertad y adultez.
En el estudio sobre esquizofrenia, el también nivel III del Sistema Nacional de Investigadores, señaló que en el séptimo día de vida posnatal a la rata se le induce esta patología, a través de un desarreglo del hipocampo ventral, para que presente ciertos cambios después de la pubertad, tales como aumento del estrés, incremento de la actividad motora, así como disminución del aseo, de la interacción social y de la capacidad de memoria-aprendizaje.
En estudios de morfología neuronal, se observó claramente una reducción de las espinas dendríticas y longitud dendrítica, como sucede en los humanos.
Estudiar esquizofrenia en un modelo animal no significa que éste padezca la enfermedad en su totalidad, como tener alucinaciones, ideas delirantes y pensamiento desorganizado, únicamente presenta cambios de conducta que pueden correlacionarse con los del ser humano, abundó el doctor en Ciencias, con especialidad en Neurociencias, por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
En el caso de autismo, a la rata preñada -que está en el día 12.5- se le suministra ácido valproico (medicamento con capacidades anticonvulsivas); en consecuencia tendrá crías poco sociales y comunicativas, además de hiperactivas. Con estas crías se estudia la comunicación entre regiones corticales, porque una hipótesis del autismo es que existe un aumento de la comunicación entre neuronas localmente y una disminución de la comunicación entre regiones, comentó el también miembro de la Society for Neuroscience.
Para entender algunos trastornos relacionados con el envejecimiento y la presión arterial, como la demencia vascular, se utilizan ratas de 1.5 a dos años, edad equivalente a 60 y 80 años en los humanos, respectivamente. A dichos modelos experimentales, se les analizan los cambios presentados a lo largo de la etapa senil, con base en la comunicación interneuronal y entre regiones del cerebro, para conocer las zonas afectadas en este proceso.
Una técnica aún en uso
Desde hace 15 años, en el Laboratorio de Neuropsiquiatría del Instituto de Fisiología, el doctor Gonzalo Flores Álvarez emplea la técnica de Golgi-Cox, una metodología de tinción (similar al proceso antiguo de fotografía), que brinda información entre neurona y neurona, a través de las dendritas o espinas dendríticas. Después de efectuar esta técnica, la célula se analiza con un microscopio de luz clara.
La técnica de Golgi es un sencillo procedimiento histológico que revela la morfología neuronal completa en tres dimensiones. Este método se fundamenta en la formación de depósitos opacos intracelulares de cromato argéntico, producto de la reacción entre el bicromato de potasio y el nitrato de plata (reacción negra). Camillo Golgi, su descubridor, y Santiago Ramón y Cajal, su principal exponente, recibieron el Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1906 por su contribución al conocimiento de la estructura del sistema nervioso.
Aunque existen métodos modernos de tinción intracelular que revelan imágenes excelentes de la morfología neuronal, la técnica de Golgi-Cox se mantiene vigente por ser un método más práctico y menos costoso para el estudio de la morfología normal y patológica de las neuronas.
A través de estas investigaciones sobre la conducta y morfología de la esquizofrenia, autismo y el proceso de envejecimiento en modelos animales, en la BUAP se pretende comprender los cambios generados por dichas enfermedades y en un futuro minimizar sus efectos y extrapolar los resultados en los humanos, con el fin de proporcionar una mejor calidad de vida, aseguró el doctor Flores.